Este ejercicio se toca con los dedos pulgar, medio e índice. Hay que tocar siempre con la pulsación apoyada, de modo que cada dedo repose en la siguiente cuerda, y alternando los dedos índice y medio en todo momento. Procura pulsar con los dedos pegados a las cuerdas. El pulgar tiene que plantarse también en pulsación apoyada, ya que es la base de los movimientos de los demás dedos, y no debe bailar al son de ellos. En este mismo sentido, el ejercicio se puede simplificar dejando sonar un solo bajo en cada compás.
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