El regreso efervescente de Nacha Pop

Casi 30 años después de su separación, Nacho García Vega resucita a Nacha Pop, la banda que lideró en los 80 junto a su primo Antonio. Chema Domínguez habla con él sobre su recién editado “Efecto efervescente”.

Un héroe de verdad. Entre tanto efecto especial y superpoderes de celuloide, nada como un poco de magia terrenal. Nacho García Vega da un nuevo paso en la magnífica discografía de Nacha Pop con “Efecto inmediato”. Frescura y profundidad siguen siendo sus mejores señas de identidad, esta vez ha tenido que asumir todas las composiciones del disco, con el recuerdo de Antonio Vega presente en la selección de algunos temas que llegó a escuchar. Una interpretación a la altura de lo que cualquier seguidor de Nacha Pop espera, y la producción de Tony Carmona superando las expectativas, logran excelentes minutos como en ‘Tu mejor momento’, ‘Muy a menudo’, ‘Así de claro’, ‘Quítame este escalofrío’, ‘Urgentemente’ o ‘Espacio y tiempo’. Con esta última empezamos.

‘Espacio y tiempo’ es toda una reflexión cuántica y natural que enlaza con momentos tan inspirados de Nacha Pop como ‘Una décima de segundo’ o ‘Relojes en la oscuridad’. ¿Cómo nace?
Es una especie de pensamiento en voz alta. Yo soy un apasionado de la naturaleza, y sin pretender ser un panfleto ecologista ni eso, sí es un comentario, un pensamiento que tiene que ver con cómo se comprime el tiempo con el espacio. El paso del tiempo puede transformar las cosas de una forma tan grande que en realidad nunca son la misma. Tiene que ver con la protección de la naturaleza, con una cosa que antes estaba helada, sabe que le va a llegar su momento y se va a convertir en agua, y el agua se va a convertir en nada en poco tiempo. Es una especie de oda a la naturaleza sin más pretensiones, la verdad.

Pretensiones hay. Escribes “Quiero llegar hasta la fuente donde nace todo”, algo que llama la atención dentro de tu estilo, en general, más desenfadado.
Pero si analizas mis composiciones desde el principio de los ochenta siempre ha habido incursiones en cosas que son mucho más espirituales. ¿Qué sucede?, que es más conocida mi faceta extrovertida, divertida, y estoy encantado con eso. Como digo yo, soy una persona que huye hacia arriba siempre. Es más difícil huir hacia arriba a veces que dejarte llevar y acabar abajo, y yo huyo hacia arriba mucho, forma parte de mi vida todo ese tipo de pensamientos, de situaciones. Los últimos treinta años llevo dedicándome a cosas que tienen mucho más que ver con la espiritualidad.
Es una especie de pensamiento en voz alta. Yo soy un apasionado de la naturaleza, y sin pretender ser un panfleto ecologista ni eso, sí es un comentario, un pensamiento que tiene que ver con cómo se comprime el tiempo con el espacio. El paso del tiempo puede transformar las cosas de una forma tan grande que en realidad nunca son la misma. Tiene que ver con la protección de la naturaleza, con una cosa que antes estaba helada, sabe que le va a llegar su momento y se va a convertir en agua, y el agua se va a convertir en nada en poco tiempo. Es una especie de oda a la naturaleza sin más pretensiones, la verdad.

Pretensiones hay. Escribes “Quiero llegar hasta la fuente donde nace todo”, algo que llama la atención dentro de tu estilo, en general, más desenfadado.
Pero si analizas mis composiciones desde el principio de los ochenta siempre ha habido incursiones en cosas que son mucho más espirituales. ¿Qué sucede?, que es más conocida mi faceta extrovertida, divertida, y estoy encantado con eso. Como digo yo, soy una persona que huye hacia arriba siempre. Es más difícil huir hacia arriba a veces que dejarte llevar y acabar abajo, y yo huyo hacia arriba mucho, forma parte de mi vida todo ese tipo de pensamientos, de situaciones. Los últimos treinta años llevo dedicándome a cosas que tienen mucho más que ver con la espiritualidad.
De cuando estaba Antonio con nosotros son ‘Quítame este escalofrío’, ‘Hazme el favor’, ‘Espacio y tiempo’ y ‘Mucho más’, esas cuatro. En el 2009, cuando Antonio aún estaba, me parece que yo ya estaba empezando a componer ‘Cerrado por dentro’, pero no estoy seguro. Puede que ‘Urgentemente’ sea la quinta canción que conoció. Sé que no era ‘Tú mejor momento’, que está compuesta más recientemente, igual que ‘Sal y limón’. Le gustaban mucho ‘Quítame este escalofrío’ y ‘Hazme el favor’, decía: “Esto es puro Nacho de Nacha Pop”, que es como una insignia aparte de ser de Nacha Pop, como ‘Asustado estoy’, canciones que forman parte del sonido emblemático del grupo. Cuando escuchó ‘Hazme el favor’ dijo: “Bueno, la parte del solo es que lleva mi nombre”, y lo grabamos ese mismo día, esa misma guitarra es la que suena en el disco. No solo eso, es la que llevamos en directo desde 2013 que estamos actuando como Nacha Pop, y yo se lo digo al público: “Cuando llegue este momento de la canción escucharéis, sincronizado con el grupo, la guitarra inconfundible de Antonio Vega”.

En el 88 llega el último trabajo de Nacha Pop en lo que ahora ya podemos citar como primera época del grupo. Para los que no vivimos intensamente aquel momento, realmente, ¿cuáles fueron los motivos de la separación que desembocó en el inicio de Rico para ti y la carrera en solitario de Antonio Vega?
En ningún caso fue porque nos lleváramos mal, Antonio y yo nos cansamos de decirlo, por eso dijimos que dejábamos la puerta abierta a volver a juntarnos más adelante, ‘Puertas abiertas’, que era uno de los títulos del disco “El momento”. Si te llevas mal con alguien, lo último que se te ocurre cuando te separas es grabar un disco en directo, no te metes unos meses más en un proyecto con él, nos fuimos a mezclarlo y todo lo demás, ni dices que dejas las puertas abiertas a juntarnos algún día. Nunca fue porque nos lleváramos mal, pero sí teníamos ganas de separarnos, teníamos ganas de hacer cosas sin estar todo el día con el otro, sin que el otro tuviera que darte su opinión respecto a una canción, es una cosa muy natural, y además estábamos en la edad perfecta para hacerlo. Yo tenía veintisiete años, Antonio treinta y, bueno, no es una cosa que mole hacer a los cuarenta, es una cosa que necesitas hacer con esa energía para coger nuevos proyectos. Durante ese tiempo que estuvimos separados nos estuvimos mirando en todo momento, nunca estuvimos muy lejos, siempre estuvimos uno al alcance del otro, por eso yo fui a verle muchas veces en directo y él vino a verme a mi. Recuerdo un día que yo tocaba en la Sala Caracol, era mi cumpleaños, y se presentó allí y se subió al escenario. Siempre hemos estado muy cerca, pero cuando produje el disco con la Orquesta Sinfónica de Televisión Española en 2006 nos lo pasamos de puta madre, y su novia que estaba en ese momento con él decía: “Nacho, tío, me ha contado los chistes que le cuentas y tal no sé cuántos”, como diciendo que “no conocía a este Antonio”. Los dos éramos capaces de potenciarnos mucho el uno al otro.

En ‘Muy a menudo’, y al hilo de los recuerdos de Antonio, escribes: “Una noche de primos, quemar Tribunal”, en una canción que arranca así: “Últimamente cuando quiero charlar vengo al barrio vecino de la eternidad”. También hay escenas familiares, personales y universales, todo con un tono musical desenfadado, muy ‘No se acaban las calles’, todo un ejercicio de relajación interior.
Sí, es un momento de relajación interior. En 2015 y 2016 tuve la mala suerte de perder a la mitad de mi familia, a mi padre, mi madre, un hermano y buenos amigos como Manolo Tena, que murió el día siguiente que mi padre. Entonces, ¿qué pasa?, después de que pasara la tristeza del momento, yo siempre la he reciclado hacia una cosa que me ayuda realmente, una especie de metáfora de hasta qué punto necesitas estar escuchando sus consejos, sus expresiones, sus palabras para tú poder avanzar con paso firme. En el caso de Antonio es como una especie de postal del recuerdo de Malasaña de esa época y ver ahora su nombre en la Plazuela de Antonio Vega, y me cuadro en su nombre. Pero siempre desde un punto de vista no deprimente, hablo de ellos de una forma tangencial, en el sentido de que lo que saco de ellos no es algo que me deprima sino todo lo contrario, que me empuja. En el disco, en general la lectura es hacia arriba, la huida es hacia arriba.

Desde luego, es como llegan las postales que planteas, con mucha vitalidad, cantas: “Si solo hay una vida, por qué estoy yo notando la energía, vuestra bendición”.

Has citado a Manolo Tena y quiero preguntarte por cómo se desarrolló la convivencia en “A mi manera”. Muy buenos recuerdos de él y de todos, supongo. ¿Cuáles guardas?
Una pasada, buenísimos recuerdos todos. Seguimos mensajeándonos, hicimos un foro ahí en Whatsapp, seguimos estando en contacto. Lo pasamos muy bien, nos trataron muy bien, musicalmente fue una experiencia que nos realizó a todos, porque estaba Carlos Narea dirigiendo de forma magistral, profesionalmente fueron todo cosas buenas, pero además el poso que ha dejado ese programa ha sido impresionante. Cuando lo menciono en los conciertos soy un poco cabroncete y digo: “Alguno de vosotros se acuerda y tal…” y la gente ya enseguida se pone a dar botes. Manolo fue una sorpresa para todos. Cuando hicimos el programa no sabíamos, ni él tampoco, que estuviera ya empezando a estar malo, y fue todo muy rápido. Otro recuerdo inolvidable, iba al hospital a ver a mi padre y cuatro habitaciones después en el pasillo estaba Manolo, fue como de estas cosas que suceden en la vida cuando se alinean los astros de una forma.
No lo sé, es una cosa que decidirá Atresmedia y la productora, Magnolia, pero sin tener una audiencia apabullante, el programa dejó muy buen sabor de boca a todos los que participaron: Antena 3, Atresmedia, Magnolia, y a nosotros, lo cual es ya un éxito en sí mismo. Hubo músicos que dijeron que no porque no se atrevían, y cuando vieron el resultado me han dicho que ahora sí lo harían. “¿Ahora, eh, cabrón?” (risas). Nosotros pusimos muchas condiciones, personalmente puse muchas condiciones y todas se cumplieron a rajatabla, no quería votar a la gente si uno era mejor o peor, yo no voy a competir con nadie y tal, no tenía nada de todo eso, no tenía ningún morbo, no necesitaba que nos enfadáramos para atraer más audiencia. Si yo hubiera llamado no sé qué a Marta (Sánchez) o Mikel (Erentxun) a Antonio Carmona hubiera tenido más audiencia, pero no nos iba a salir porque nos llevábamos cojonudamente.
Los siete programas han sido número uno o número dos en iTunes. El otro día Marta Sánchez mandó un mensaje en el chat que tenemos diciendo: “¿Habéis visto ‘A mi manera’?”, y estaba otra vez número diez o número once en iTunes un año y pico después, o sea, eso es algo que a la gente le gusta y que lo escucha muy a menudo.

Volviendo a las canciones de “Efecto inmediato”, ‘En tu mejor momento’ dices “Sabía que eras valiente, has vuelto mucho más fuerte”. ¿A quién va dirigida?
Va dirigida a muchas personas, a gente que por prejuicios tontos que tenemos se miran la edad en el carné de identidad y parece como si tuviéramos una fecha de caducidad que no se sabe quién la ha puesto, pero a veces nos la ponemos nosotros mismos. ¿Qué es lo que hace falta? Que venga alguien de fuera, otra persona, y te diga: “No lo veo así, yo creo que estás en tu mejor momento, que te queda mucho por decir, que te queda mucho por desatarte y por desvariar, por hacer mil cosas que tú piensas que se te ha pasado el momento, pero tal vez si lo haces ahora lo harás mejor que nunca”. Se juntan dos cosas: el prejuicio de la gente que a partir de un momento tira la toalla, y la necesidad de que venga alguien de fuera a decirte que no es así, entonces se produce la reacción química.
Para mí es una canción hermana de ‘Asustado estoy’, que es muy nachapopera, porque las dos tienen un protagonista anclado a la esperanza. Es una canción sentimental pero de lo inalcanzable, ‘Urgentemente’ es: “Hazlo urgentemente y ahora puede que sí que lo consigas”. La veo atemporal, creo que es bueno y que es una cosa que ha tenido Nacha Pop en toda su carrera: canciones que no pasan de moda, podrían estar hechas en cualquier momento. Nosotros lo notamos en directo cuando tocamos canciones de “Efecto inmediato” mezcladas con canciones de los ochenta, y excepto para los superfans del grupo que saben exactamente lo que está sonando, para la gente no hay un escalón en el tiempo, y eso es una maravilla. No es como si tocas una canción yeyé y luego estás haciendo jazz fusión, hay una transición más suave, hay una continuidad que es innata. Hay mucha gente a la que “Efecto inmediato” le recuerda a “El momento”. No lo he pretendido, pero tiene su sentido, es el último disco en estudio, han pasado treinta años y de pronto es como la Capilla Sixtina: se tocan un poquito y no es pretendido, pero tampoco es por casualidad.
Por una cuestión muy concreta: aparte de ser un grandísimo músico y un gran productor, me ayudó mucho el año pasado cuando falleció mi padre. El día antes de que falleciera yo estaba en el hospital, esa noche tenía que ir a cantar en el disco que estaba produciéndole a Gurruchaga por el aniversario de La Orquesta Mondragón, yo hacía el dúo en ‘Ponte la peluca’, una canción muy frívola, y la cabeza la tenía en otro momento, pero no quería dejar colgado a Javier Gurruchaga y fui a hacer la grabación. Tony Carmona me dirigió muy bien en muy poco tiempo, sacó rock and roll que yo llevo dentro, pero ese día necesitaba que me lo sacaran y lo sacó. Trabajamos muy rápido, de una forma muy efectiva. Eso fue a las doce de la noche, y a las nueve de la mañana me dice: “Nacho, te estoy mandando la pista definitiva a ver si te gusta el efecto de voz que le he puesto tipo rockabilly de los cincuenta como un rebote, un delay”. Le dije que lo escucharía por la noche porque acaba de morir mi padre, pero me quedé con ese momento como esos días inolvidables donde suceden cosas inolvidables. Tres o cuatro meses después cuando estaba dándole vueltas, necesitábamos un productor externo al grupo porque habíamos hecho tropecientas maquetas en los últimos años, y me vino ese momento a la cabeza. Le mandé las canciones a Tony Carmona y se enamoró de ellas, me dijo: “Me encantan estas canciones, tío, me veo produciéndolas”. A partir de ahí todo fue muy fácil. Es un músico extraordinario, excepcional, sí, sí, sí.

“Cuando tocamos canciones nuevas mezcladas con las de los ochenta, excepto para los superfans del grupo, para la gente no hay un escalón en el tiempo, y eso es una maravilla”.

“Cuando tocamos canciones nuevas mezcladas con las de los ochenta, excepto para los superfans del grupo, para la gente no hay un escalón en el tiempo, y eso es una maravilla”.
Sí, somos los que llevamos tocando desde 2013. Y luego un entorno que se sube a veces al escenario con nosotros, como Cristina Narea o Fernando Illán para un tema, y Carlos Brooking, que tenemos la suerte de tenerle también en el disco. Es un entorno que viene con nosotros, Jesús Ortiz lleva con el grupo desde 1980, desde el primer día estuvo ya en Universal trabajando con nosotros, Goar Iñurrieta estaba ya en la gira de 2007-2008, en fin, el entorno es muy cercano, a la batería está tocando ahora mismo Diego Illán, el hijo de Fernando Illán, un batería excepcional. Ese es el grupo que sale en el entorno más cercano, los que más han grabado junto con Tony Carmona. Como decía Antonio, cualquiera que colabore con Nacha Pop es miembro del grupo: Manolo Villalta, Arturo Soriano, José Antonio Romero, Sergio Castillo… Tantos músicos que desde luego han sido parte de la historia del grupo, Paco Musulén de Ciudad Jardín ya en los principios de los ochenta… Todo el que ha participado con Nacha Pop ha sido miembro del grupo, y en ese sentido hay un espíritu, hay una formación base y tal, pero es muy integrador.
No se puede contar (risas). Ya lo intentamos Antonio y yo en 2007, pero muy a su pesar él tenía otros proyectos en su vida, otras necesidades personales, además, un momento difícil para él, y tampoco he podido contar con él como miembro permanente del grupo porque no puede, pero me dijo: “Tranquilo, que yo voy a estar ahí de una forma o de otra”. Carlos quería grabar por lo menos un bajo y algunas guitarras, al final solo ha podido grabar un bajo porque había una pelea de guitarristas ahí entre Goar Iñurrieta, Toni Carmona y yo. Está su bajo inconfundible en ‘Así de claro’, con ese sonido de palo que recuerda tanto a Nacha Pop, es una maravilla.
Sí, sí, ya se subió al escenario con nosotros en la Plaza de Toros en 2015, una actuación que hicimos con otros artistas y se subió a tocar el bajo también.

Dentro de la línea generacional de Nacha Pop están Los Secretos o Mamá, quienes también regresaron en muy buena forma, aunque José María Granados nunca se marchó. ¿Sigues teniendo relación con él?
Muy buena, aunque escasa. Era bueno en su momento y siempre lo ha sido, la gente habla de la vuelta de los ochenta, si alguien hace buenas canciones no se va y vuelve, no es tan sencillo. La gente que les sigue de cerca sabe que no es así, que ha estado siempre ahí aunque no lo ha estado para los periodistas, muchas veces no lo necesitas tampoco para seguir tu carrera, hay otros momentos que sí, que verdaderamente lo necesitas. Yo les deseo a todos lo mejor y espero lo mejor de ellos, o sea, yo no seré el que se sorprenda por un disco magnífico de Mamá porque lo hacían ya entonces, pero animo a la gente y espero lo mejor.

En su momento, tu tema ‘Subidón’ estuvo en la recámara para celebrar el posible ascenso del Atleti, hubo que esperar un año más. ¿Este año caerá la Champions por fin?
Me preguntaban el otro día: “¿Qué prefieres, arrasar con este disco o tocar para el Atleti porque ha ganado la Champions?” No sé por qué no voy a poder hacer las dos cosas a la vez, ¿no? Ya he tocado para el doblete del Atleti, tocamos en su día en el Calderón y, no sé, ojalá, está difícil, el Atleti ha pasado un pequeño bache, creo que tiene muy buenos jugadores, tiene un entrenador excepcional y qué voy a decir, esperamos lo mejor. ¿Tiene posibilidades de llegar a la final? Absolutamente sí, porque además el Atleti puede pasar un bache, pero como le salga medio bien el partido no le ganas ni loco, vamos. Hay equipos fortísimos, está complicado, pero el Atleti puede ser uno de ellos.