Inversiones de acordes:

Es evidente que la música popular en muchas ocasiones se encuentra ciertamente limitada en el uso de de la armonía (notas, escalas, etc).

En muchas ocasiones podemos comprobar con cierto hastío que no logramos despegarnos de nuestro sonido “tradicional”, que los acordes nos suenan a “lo de siempre”. ¿Cómo evitarlo?

Como ya sabes un acorde es un conjunto de notas que  y en el caso de los acordes mayores y menores estos se forman a partir de 3 notas (I, III, V) de su escala mayor. Por ejemplo, DO está formado por las notas C (1)- E (3) y G (5).

De manera automática solemos comenzar los acordes con la nota tónica como bajo, o dicho de otra forma, presentamos el acorde en estado fundamental. Pero hoy te voy a explicar como la nota más grave puede ser otra, dando lugar a un acorde invertido.

Dependiendo de qué nota del acorde se coloque como bajo diferenciamos fundamentalmente tres tipos de inversiones:

  • Primera inversión: Es aquella en la que la nota más grave es la tercera del acorde.

  • Segunda inversión: Es aquella en la que nota más grave es la quinta del acorde.

  • Tercera inversión: La nota más grave es la séptima del acorde.

Los acordes invertidos permiten conducir las voces del bajo de manera más melódica y ofrecen sonoridades diferentes de un mismo acorde, enriqueciendo nuestro vocabulario.

Las inversiones de acordes aportan variedad a las progresiones mejoran la melodía de la canción y suavizan la transición entre acordes, ya que reducen la distancia entre los graves.

Aquí presento varios diagramas con las diferentes opciones en triada para cada uno de los acordes en sus diferentes inversiones:

Triadas mayores:

Triadas menores: